La responsabilidad del social media

Las encuestas son concluyentes. Cada vez más gente está dentro de las redes sociales.

Dentro de las franjas de mayor uso están los jóvenes. Chicos y chicas de entre los 12 y 25 años son usuarios frecuentes y según se dice por ahí adictos a las redes. Aunque aquí cabe una aclaración.

Ninguno de ellos es adicto al social media sino a la satisfacción que obtienen perteneciendo a una red social, a un grupo que les acepta, les escucha y les ríe las bromas.

Esto nos da como resultado una encarnizada lucha por ser el que tiene más likes, más comentarios, más RT’s, más seguidores.

En esta competencia todo vale: fotos con poca ropa, ofrecimientos de menos ropa con más likes, gamberradas clasificadas como “hazañas”, palizas que luego se suben a youtube para que vean lo valientes que son… y un montón de cosas más.

Si bien es verdad que los padres tienen el peso de la educación de los jóvenes, sabemos que la presión social de ese grupo específicamente, es grande.

Las crueldades en el lenguaje y en el trato hacen que un chico normal se sienta acorralado y relegado dentro de un grupo en el que debería encontrar apoyo al compartir la misma edad y los mismos intereses.

¿Dónde entra aquí la ética del social media?

Esta es una cuestión complicada.

Por un lado tenemos un cliente o una marca que nos exige unos números, unos resultados. Los creativos hacen campañas atrevidas que pueden provocar una viralidad sin fin, pero también una imitación peligrosa.

Es muy complicado diferenciar la línea entre un “pongamos un reto” y un “qué consecuencias puede tener este reto”.

Es difícil ver exactamente dónde acaba el profesional comprometido con su pagador y donde empieza la persona con su ética y sus valores.

En las redes se habla más, se confía más, hay más libertad.

Muchas veces el facebook,o el twitter, o la red social favorita de nuestro público objetivo es una salida de los jóvenes y no tan jóvenes que ven en esta red un lugar donde puedan expresarse sin límites (esto es así, pero tiene consecuencias).

Se insiste mucho en los “peligros” de la red. La juventud no ve peligro en ningún lado, además “peligro” es una palabra en sí misma atractiva para determinado grupo de personas.

A mi modo de ver, el social media tiene la responsabilidad, entre otras de cuidar los valores de su cliente (aun en contra suya) y de asesorarlo en el buen uso de su marca y la imagen ante su comunidad. Todo esto sin detrimento de su fin principal. Además de cuidar los datos que los consumidores, clientes o leads dejan en sus sitios.

Recordemos que esos datos no son solo para identificar a un posible cliente, sino para conocer mejor a las personas y lograr que sus emociones nos guíen en el camino a la venta.

Os invito a hacer una reflexión en este tema.

El social media tiene un papel importante que tiene que asumir como evangelizador del uso responsable de nuestras redes y el cuidado de nuestras comunidades.

Me encantaría saber tu opinión en este tema.

¡Comparte! es gratis 🙂